1. No intentes apoyar antes de tiempo, especialmente en los operados de menisco. Deja que tú rodilla cicatrice. Lleva 2 muletas. Un par de semanas suelen ser suficientes ( tú cirujano es quien mejor te puede aconsejar en función de lo agresivo de la intervención ).
2. Utiliza una rodillera, te ayudará a reducir la hinchazón. Si has sido operado de menisco te valdrá una elástica de compresión suave. Si tú operación ha sido de ligamentos tú rodillera ha de llevar unos vástagos de metal articulados por los lados que te proporcionen estabilidad y topes de flexo-extensión para los ligamentos cruzados.
3. Cuida tus cicatrices. Las intervenciones de menisco y cruzado se realizan mediante artroscopia, lo cual reduce enormemente las complicaciones de las grandes cicatrices. Aún así debes evitar que esas pequeñas incisiones cicatricen mal.
4. No te tires en el sofá, comienza la rehabilitación, la movilización temprana es crucial, ayuda a evitar adherencias, estimula la musculatura.
5. Comienza el apoyo progresivamente. Cuando tu fisioterapeuta te lo diga pasa a llevar 1 muleta, siempre en el lado contrario a la pierna operada.
6. Muscula tu pierna, primero electroestimulación, luego natación, bicicleta estática, paralelas y elíptica. Siempre por este orden.
7. Evita el sobrepeso. La rodillas responden mucho peor en pacientes obesos o con sobrepeso.
Recuerda que estas son reglas básicas y generales de actuación que en ningún caso sustituyen a tu fisioterapeuta, él te dará muchos más consejos específicos a tú caso y hará un programa de recuperación específico para tí.
M.Elías Moro . Fisioterapeuta y osteópata Col nº.33411
